Por Alexandra Molinare. El proyecto se concentra en la propuesta de una superficie natural continua que se eleva para cobijar e integrar los servicios para el automóvil así como para sus conductores y acompañantes. Debajo de ella se distribuyen el área para vehículos por un lado, para público por el otro y entre ellos las islas de surtidores de combustibles y el cruce vehicular entre las avenidas a ambos lados.
Hacia el lago, para la tienda y cafetería se propone una variedad de escala que permita su identificación con un supermercado y una sala de estar doméstica, con expansión en terrazas hacia el lago, donde la cualidad del paisaje y las situaciones tienen sin embargo una escala pública y natural, acorde a la geografía del Delta del Tigre, reconstruido a partir de la incorporación de especies exclusivamente autóctonas, procurando el auto-equilibrio y la consiguiente reducción de mantenimiento y la sustentabilidad biológica.
Proponemos que el impacto visual del techo verde sobre la totalidad del edificio sea además aislamiento térmico, paliativo del suelo natural perdido por la nueva construcción, y un recolector de aguas que en su propia pendiente permita el riego pluvial o la acumulación de excedentes en tanques para reutilizar como agua para lavado primario de vehículos y riego.
Tecnológicamente optamos por componentes constructivos de bajo impacto ambiental, aptos para acciones rápidas y eficaces, redundando en un beneficio ambiental indirecto. Las fundaciones probadas en la zona son las plateas de hormigón in situ y para el resto de las tecnologías constructivas se definen columnas y vigas metálicas, losas premoldeadas en taller, carpinterías y revestimientos de maderas certificadas y parasoles de aluminio estándar, decks de tablas de cáscara de arroz reciclada, pisos interiores de porcelanato reciclado, solados exteriores absorbentes de bloques articulados de hormigón, nuevos árboles y cubiertas de telas reflejantes tensadas para agregar sombra sobre los estacionamientos, etc. [...]
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