El proyecto se concentra en la propuesta de una superficie natural continua, elevada para cobijar e integrar los servicios para el automóvil así como para sus conductores y acompañantes. Debajo se distribuyen el área para vehículos, la circulación de personas y, entre ellos, las islas de surtidores de combustibles con el cruce vehicular entre las avenidas a ambos lados. Hacia el lago, se encuentra la tienda y cafetería con una variedad de escala para el supermercado y un living doméstico, con terrazas hacia el lago. La cualidad del paisaje y las situaciones tienen sin embargo una escala pública y natural, acorde a la geografía del Delta del Tigre, reconstruido a partir de la incorporación de especies exclusivamente, procurando el equilibrio natural y la consiguiente reducción de mantenimiento y la sustentabilidad biológica.
El impacto visual del techo verde sobre la totalidad del edificio además de proveer un aislamiento térmico, es paliativo del suelo natural perdido por la nueva construcción, es recolector de aguas, y en su propia pendiente permite el riego pluvial o la acumulación de excedentes en tanques para que se reutilice como agua para lavado primario de vehículos y riegos.
En lo tecnológico, se optó por componentes constructivos de bajo impacto ambiental, aptos para acciones rápidas y eficaces, que redundan en un beneficio ambiental indirecto. Las fundaciones probadas en la zona son las plateas de hormigónin situ. Para el resto de las tecnologías constructivas se definen columnas y vigas metálicas, losas premoldeadas, carpinterías y revestimientos de maderas certificadas y parasoles de aluminio estándar, decks de tablas de cáscara de arroz reciclada, pisos interiores de porcelanato reciclado, solados exteriores absorbentes de bloques articulados de hormigón, nuevos árboles y cubiertas de telas reflejantes tensadas para agregar sombra sobre los estacionamientos, entre otras.
Las áreas del supermercado y la cafetería contienen un importante sistema de galerías y parasoles, especialmente eficaces para regular la incidencia solar sobre los cerramientos transparentes de doble vidriado hermético, inevitables por motivos comerciales y óptimos para la integración con el paisaje, mientras que las construcciones que alojan sanitarios, servicios para el personal y espacios técnicos reducen sustancialmente el tamaño de sus aberturas y aumentan la proporción de muro de buenas condiciones aislantes, revestido además con mosaicos venecianos de colores para simplificar el mantenimiento y complementar la propuesta de paisaje.
Las ventanas incluyen siempre paños operables y en muchos casos directamente ventilaciones fijas. En los locales más relevantes, los paños operables se ubican en posiciones opuestas para garantizar la ventilación cruzada, así como en las áreas de servicios de planta alta un corredor intermedio abierto conforma un canal complementario de ventilación.
En términos de consumo de energía, los paneles fotovoltaicos sobre la cubierta pueden aportar hasta el diez por ciento del consumo energético total. Además, las condiciones de iluminación definen espacios totalmente cubiertos por la luz natural, complementada por un proyecto de luz artificial para situaciones nocturnas muy ajustado a las intensidades mínimas necesarias, en base a lámparas de bajo consumo. Para reducir al mínimo el consumo de agua potable y complementar de forma adecuada el balance de los sistemas pluviales de la zona, se desarrollaron sistemas de recuperación de desagües pluviales y aguas grises, accionamientos diferenciados de descarga en inodoros, riego por goteo con sistema controlado, filtrado de aguas de desborde (aporte necesario para sostener el nivel de volumen del lago), entre otras precauciones particulares, incluyendo numerosas innovaciones técnicas, infrecuentes en la industria de la construcción local.
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